Empezamos la singladura.... buscando nuestra personal ITACA... esperando un Camino lleno de aventuras, lleno de conocimientos.... Algun@s mariner@s me han acompañado en anteriores e inolvidables travesías... pero esta vez navegaré en solitario... experimentado lo que significa el viaje hacia ITACA ...

lunes, 11 de agosto de 2014

ETAPA 9: ARZUA - SANTIAGO DE COMPOSTELA

Día 09/06/2014 Lunes.


Como en 2010... llovizna. Me despierto a las 7.30. Rutinas y esta vez bajo con todo el equipaje (empezar el día subiendo 5 pisos sin ascensor no me apetece). Monto la bici y alforjas y la dejo preparada fuera del bar, pero a la vista de la mesa donde estoy desayunado.

Como me hicieron pagar la habitación ayer nada más llegar, solo abono el desayuno y salgo rumbo a Santiago. Los recuerdos de mi última etapa del Camino del 2010 resurgen en cada recodo, cada cuesta y cada lugar. Me acuerdo el comentario que me hacía mi acompañante en ese año: "parece que te han puesto algo en el desayuno que hace que subas las cuestas como un cohete"... no es el caso esta vez. Desde el accidente estoy más pesado que de costumbre. Tengo la sensación de ir más lento que lo habitual.

Los primeros 20 Km. voy alternando pistas y asfalto, hasta llegar a Pedrouzo. Aunque ha dejado de llover, el terreno está húmedo y prefiero, en los tramos en que el Camino corre paralelo a la carretera, ir por asfalto. Sin embargo, no quiero perderme las pistas entre árboles tan peculiares de esta etapa.

Me paro en un Bar. A los pocos minutos entran dos bicigrinos de Soria. Uno, Juan, es experto en el Camino... lo ha hecho 6 veces, todas, incluida esta, desde Burgos. Para el otro, José María, es su primer camino. Son de un club ciclista amateur de Soria y hacen salidas por la zona. José María está cansado del Camino, dormir mal, nuevas costumbres... Juan se ríe... Compartimos pinchos y cañas y se van mientras yo quito las fundas a las alforjas... ha salido el sol y no lloverá... aunque en Galicia nunca se sabe.

Se para a mi lado otro bicigrino que me saluda con un acento catalán impresionante. En catalán le pregunto que de dónde es y se sorprende. Hablamos un rato. Salió con su mujer hace más de un mes y medio desde su casa en LLeida. Tiene 65 años y su mujer 63. El ha hecho bici toda su vida, ella nunca antes de este Camino. En las cuestas su mujer se baja y empuja, y hace los tramos duros andando. El la espera arriba. No sé por qué, pero me enterneció esa pareja. De repente sentí una sana envidia y deseé llegar alguna vez a poder tener una relación tan entrañable. Estuve con el hasta que llegó su mujer y les felicité por su hazaña. Muy Buen Camino.

La última parte de la etapa, los últimos kilómetros antes de Santiago, se me hacen muy duros. En una de las subidas adelanto a José María, que andaba de "empujing". ¿Será que ya huelo a Santiago y estoy recuperando forma física? Ni hablar... a los pocos metros me veo obligado a imitarle. Peregrinos a cientos, duras subidas (subiendo a Cimadevila) y por fin... ya estoy en Santiago... ahora "solo" falta el Monte do Gozo y luego llegar a la Catedral... 


Aeropuerto, Lavacolla, San Paio... (vaya cuestecitas)... y por fin... El Monte do Gozo. Subiendo, a la altura de las antenas de televisión me adelantan los sorianos y a la vez adelanto a Hugo, el mejicano con remolque que me encontré entre Samos y Ventas de Narón. Le saludo con un "Hugo...ya llegamos"... soy incapaz de parar porque estoy en plena subida y llevo un ritmillo aceptable. A él se le ve muy cansado.


Es increíble la cantidad de gente que hay arriba. Me autosello y me tomo una cerveza con los sorianos. Empieza a chispear otra vez... Me hago la foto en el monumento y dejo para otra ocasión bajar al monumento de los peregrinos, no sea que empiece a diluviar antes de llegar a la Catedral. (No os podéis imaginar lo que me costó sacar esta foto sin gente).

Salgo con cuidado hacia la Catedral. Descenso pronunciado a tramos. Y por fin... la ciudad. Entrar en bici en Santiago no es muy fácil. El Ayuntamiento (supongo que por los problemas de corrupción que ha tenido estos últimos años) no ha adaptado ni un carril bici ni siquiera una señalización específica para bicicletas. Solo señales de prohibido bicis. Si decides ir por la señalización de peregrinos a pie te encuentras con infinidad de bordillos y barreras arquitectónicas que te obligan a subir y bajar constantemente de la bici. Por ello, haciendo alarde de mi maravilloso sentido de la orientación, decidí un camino directo hasta la Catedral... conclusión: me perdí. Preguntando y volviendo para atrás casi un kilómetro (evidentemente muy cuesta arriba) llegué por fin a la Plaza Cervantes. Muchos recuerdos (tanto de mi Camino de 2010 como de mi época de profesor en esta maravillosa ciudad) y muchos peatones después, y tras bajar los escalones que dan acceso a la Plaza del Obradoiro... (momento en el que la emoción hizo aflorar las lágrimas en mis ojos), entro en la Plaza y veo la Catedral.

Gran decepción el encontrarla en obras, pero las fotos bonitas ya las tengo y en estos momentos es lo de menos. He llegado otra vez... ahora en solitario, con un momento crítico que pudo costarme la vida, con una complicada situación personal, pero lo he conseguido. He superado uno de mis mayores desafíos personales... estoy satisfecho y triste a la vez... aunque me queda llegar a Fisterra soy consciente de que el verdadero Camino acaba aquí... la prolongación a Fisterra es accesoria.

De nuevo veo a los sorianos. Ya tengo quién me saque las fotos obligatorias...

Y mi querida compañera que no se aguanta de pie (textual).

Nos intercambiamos teléfonos con los sorianos. No saben qué van a hacer, si quedarse a dormir en Santiago o regresar hoy mismo. Si se quedan me llamarán para cenar.

Son poco más de las 12. Me voy a buscar el Hostal La Salle donde tengo hecha una reserva. Lo encuentro con facilidad. Hay un problema con la reserva y no me encuentran. Afortunadamente uno es previsor en esto de la logística (la experiencia es un grado y después de todo lo que me ha pasado en mis viajes con los hoteles más vale prevenir que tener que buscar otro hotel) y llevaba una copia de la confirmación. Mil excusas y me dan una habitación que nada tiene que envidiar a habitaciones de hoteles de 4 estrellas. Un 10 para la recepcionista y para el establecimiento. Tienen una especie de jaula cubierta (ideal para evitar robos) para las bicis, en el exterior pero dentro del recinto del hostal. Si vuelvo a Santiago me volveré a alojar aquí. Muy recomendable.

Me ducho, me cambio a un atuendo más acorde con el paseo turístico y me voy a que me den la Compostela. Hay cola en la calle. Le pregunto al de seguridad y me dice que tengo para unas 2 horas. Decido ir a comer. Son las 14.00, ha salido el sol y estoy de muy buen humor. Toca una mariscadita. No todo va a ser pedalear y subir cuestas.


Pues eso, más el albariño, el café con hielo y el chupito de orujo correspondiente no llegó a 50 €. Alucinante si eso es casi lo que te cuesta cenar en una pizzería en Mallorca.

Vuelvo a la Oficina del Peregrino y tras unos 20 minutos de cola me dan mi segunda Compostela. Tubo protector y a dormir la siesta reparadora. Sobre las 18.30 salgo a pasear por el casco antiguo de Santiago, a admirar sus infinitos rincones y a hacer las compras de rigor. Colecciono Pins e Imanes, por lo que lo tengo fácil. Pero esta vez quiero comprarle unas camisetas a mi niña... tiene 2 años y 2 meses y le encantan las brujas... que mejor sitio que este.



No soy en absoluto religioso, es más, me considero agnóstico, pero he tenido la necesidad de entrar en la Catedral e ir a ver al Santo. No me dejan. Ha terminado el horario de visitas. Me quedo un rato... no sé muy bien por qué.


Antes de regresar al hostal me paro a cenar. No tengo mucha hambre pero no hay que perder las buenas costumbres. Los sorianos no han llamado, estarán de regreso. Buen Camino.

Paseo lentamente hasta el Hostal. Tengo la sensación de que algo ha cambiado para siempre en mi vida. El tiempo lo dirá.

El cuenta kilómetros de la E-bike marca:
  • Distancia recorrida: 43.1 km.
  • Tiempo en movimiento: 3 h. 08'. 
  • Velocidad Media: 13.7 km/h.
  • Batería de la e-bike: entrando en Santiago ha marcado 3 rayas. Como siempre nivel 1 de asistencia, ahorrando en llanos y bajadas, y pedaleando mucho, mucho, en las subidas.


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