Empezamos la singladura.... buscando nuestra personal ITACA... esperando un Camino lleno de aventuras, lleno de conocimientos.... Algun@s mariner@s me han acompañado en anteriores e inolvidables travesías... pero esta vez navegaré en solitario... experimentado lo que significa el viaje hacia ITACA ...

miércoles, 6 de agosto de 2014

ETAPA 4: ASTORGA - PONFERRADA

Día 04/06/2014. Miércoles.

La sensación de esta mañana es totalmente distinta. Estoy en un terreno conocido... el Camino Francés. Han pasado 4 años desde que lo recorrí empezando en Roncesvalles hasta Santiago, pero el recuerdo está fresco (evidentemente ha ayudado el que repasara todas las fotos, vídeos, diarios y notas de ese viaje). 

Durante las 3 etapas de la Vía de la Plata y sus más de 200 km. pedaleé por terreno desconocido, en solitario y por un Camino que dista mucho a nivel logístico de lo que recordaba del Camino Francés. Ha sido una experiencia diferente, que me ha servido mucho a nivel personal. La Vía de la Plata poco tiene que ver con el Camino Francés... es más austero, te exige mucho más a nivel mental, te acerca más a lo que era el auténtico Camino de Santiago. Queda pendiente la vertiente del Camino Sanabrés para una próxima singladura.

A las 7.30 de la mañana me levanto, aunque llevo despierto un buen rato. Rutinas y a desayunar. El día está nublado y amenaza lluvia. No me puedo quejar, en comparación a mi anterior Camino del 2010 en el que me llovió la primera semana sin parar... todavía recuerdo la subida al Monte del Perdón con barro hasta las rodillas.

Preparo la e-bici, cargo las alforjas y pongo las fundas impermeables por si acaso. Los enganches que había preparado en las fundas con los mini-elásticos no funcionan. Al final lo arreglo por el sistema tradicional: los pulpos de toda la vida. Hace frío, me pongo el chubasquero y le doy una última mirada al Palacio Gaudí.

Mi plan es hacer una etapa media hasta Ponferrada, donde me espera una tarde-noche de recuerdos con mi amiga Esther. Tantas vivencias pasadas por estas tierras, que en su momento cambiaron el curso de mi vida, bien merecen una pausa en el Camino. 

La etapa de hoy incluye la ascensión a la Cruz de Ferro. Es la segunda etapa en dificultad del Camino. Hasta la Cruz son 30 km de subida. Los primeros 20 km suaves, pero los últimos 10 km. son terribles (al menos para mi). Mi idea es llegar a Rabanal del Camino por el camino de los peregrinos a pié, y luego por carretera hasta la Cruz. Ya veremos.

Inicio la salida de Astorga, perfectamente señalizada. A lo lejos se ve Castrillo de los Polvazares (maravilloso cocido maragato que no hay que perderse) al que no voy por evitarme los 2 km de desvío y porque he estado muchas veces (si no se conoce vale la pena el dedicarle parte del tiempo de la mañana). Llego a Murias de Rechivaldo por el sendero de los caminantes, amplio y cómodo, PERO LLENO DE PEREGRINOS. Es un cambio brutal. De la más absoluta soledad en la Vía de la Plata he pasado a tener que ir frenando, pidiendo paso, tocando el timbre y evitando a los peregrinos... es demencial. Ni tanto ni tan poco... demasiado masificado.


En Santa Catalina de Somoza paro a tomarme un café y a hacer la foto del "juego de la rana", icono de mi primer Camino. Está en la Hospedería San Blas, donde hicimos noche en el 2010.  

Aprovecho para hablar un rato con unas peregrinas de Madrid que han empezado hoy su Camino desde Astorga. Son de mi edad y están llenas de ganas de juerga.... ya veremos si les dura dentro de unos días.

Vuelta al camino y subida hasta El Ganso y Rabanal del Camino.




Paro en Rabanal del Camino y cometo un error que me costará un disgusto. Tenía muy claro que aquí me desviaba del Camino de los peregrinos a pie y cogía la carretera hasta Foncebadón. El Camino a pié no es ciclable en varios tramos, y ya me tocó hacer "empujing" en 2010. La experiencia es un grado y no me apetecía empujar por esas cuestas de piedras una e-bike cargada de 50 kg. Pues bien, en vez de desviarme a la entrada de Rabanal del Camino, subí la calle hasta el final. Es una pendiente muy pronunciada y la e-bike se portó, pero agoté la mayor parte de la batería.

Faltan unos 5 km. hasta Foncebadón, pero salgo de Rabanal con 3 rayas en el indicador de carga de la batería. Normalmente me aguantaba unos 12-15 km. más. La carretera se hace cada vez más empinada y en algunos tramos la e-bike y mis piernas dicen que no pueden. Toca bajarse y empujar. Afortunadamente son pocos metros, pero el esfuerzo se nota. La batería se agota totalmente. El último kilómetro hasta Foncebadón (el menos empinado, por fortuna) lo hago sin asistencia al pedaleo.

He agotado la batería con 25 km. de subida, al principio suave y luego si, dura. Pero no lo esperaba. Después de haber aguantado más de 75 km. en la etapa de ayer, suponía que llegaría a la Cruz de Ferro, justito, pero llegaría. Pero no. Recordando lo que todavía falta hasta el descenso, decido parar en Foncebadón. Bajo la batería y les pido para enchufarla. Sin problemas. Pido un menú del peregrino y a esperar al menos una hora de carga. 

Hora y cuarto más tarde, con 3 cafés con hielo en el estómago, recojo la batería y la monto en la e-bike. Indica 3 rayas... bueno, hasta las antenas de después de la Cruz de Ferro hay unos 4 km. Supongo que llegaré.

Inicio la ascensión (poco aconsejable con el estómago lleno) y poco a poco me voy acercando a la Cruz.


En la Cruz de Ferro, a 1500 m. de altitud, techo del Camino Francés en España, me encuentro a los dos chavales de Villabrázaro que me encontré ayer en Alija del Infantado. Llegaron a Astorga agotados y decidieron dormir allí. Una agradable sorpresa. Deposito la piedra que había traído con todos mis buenos deseos y nos hacemos las fotos de rigor.


También tenía muy claro que el descenso hasta Ponferrada lo haría por carretera. Bastante peligroso es ya así como para añadirle el riesgo del camino de los peregrinos a pie. Varios carteles te recuerdan que te esperan más de 15 km. de bajada peligrosa. Lo que no te anuncian es que me esperaban 5 km de subida, con rampas de tenerse que bajar y empujar la bici. Como ya las esperaba, me lo tomo con resignación hasta pasar Manjarín. El refugio de Manjarín está hasta los topes de gente y decido no pararme ya que lo conocía del 2010. Empiezo el descenso dudando si los frenos responderán bien o no. 

Bajando despacito y con cuidado de no cruzarte en la carretera (hay poco tráfico pero van bastante rápidos) llego a El Acebo donde paro a tomar un café. Me doy cuenta de que estoy repitiendo las acciones realizadas en 2010, aunque esta vez en solitario. Aprovecho para hablar con los peregrinos. Hay donde escoger... mucho extranjero y pocos nacionales. Mi inglés es rudimentario, pero lo de "where are you from" y algo más me permite un intercambio de frases aceptable.

Continuo la bajada con precaución, paso Riego de Ambrós y entro en Molinaseca. La encuentro muy cambiada, excesivamente turística.



La batería me indica 2 rayas... se que me queda poco para Ponferrada, pero se acabó el descenso. Paso por Campó y llego a Ponferrada con la batería al mínimo. Lo justo para encontrar el Hotel Rio Selmo.

Dejo la e-bike en recepción, vigilada por el recepcionista. El hotel es modesto pero muy aceptable. Wifi en todo el hotel (también en los anteriores) y cafetería donde sirven desayunos. Subo a ducharme y cambiarme. Mi entrañable amiga Esther viene a recogerme. Recorro la ciudad que ha duplicado su tamaño desde que venía a impartir mis cursos hace 20 años. Cenamos en La Fonda, en la Plaza Mayor. Es una tradición. No es el mejor ni el más lujoso restaurante de Ponferrada, pero si el más entrañable para nosotros. Pedro, su dueño, nos obsequia con los mismos platos que tantas veces degustamos y su inigualable Marc de Champagne. Gracias Pedro. Gracias Esther, la próxima vez te prometo que te avisaré con más antelació e iré a tu casa.

Tras el recorrido de rigor llego a altas horas al hotel. Seguro que duermo de un tirón.

El cuenta kilómetros de la E-bike marca:

  • Distancia recorrida: 53.5 km.
  • Tiempo en movimiento: 3h. 59'. 
  • Velocidad Media: 13.4 km/h.
  • Batería de la e-bike: a los 20 km. bajo una raya de las 4 que tiene. A los 25 Km. se agotó. Ya explique el tipo de trayecto. Todo el camino con asistencia nivel 1 sin prácticamente poder ahorrar nada ya que no había bajadas ni terreno llano. Con una hora y cuarto de recarga solo se cargó 3 rayas que a duras penas aguantaron 5 km. más de subida. Tuve que bajarme y empujar en tramos duros para evitar que se agotara totalmente antes de llegar a Ponferrada. En la etapa de hoy es necesaria una batería de 15 amp. o mejor una complementaria de 9-10 amp. o hacer noche en Foncebadón, o al menos una escala de 3 horas que dé tiempo a cargar la batería completamente.




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