Una vez más la logística me obliga a dividir los 80 km. que faltan para Santiago en dos etapas. De aquí a Arzua y de allí a Santiago. Dos etapas de 40 km, que me dejarán tiempo para aburrirme en Arzua y tiempo para disfrutar de la maravillosa ciudad de Santiago de Compostela. Si tuviese que planificar el Camino ahora probablemente cambiaría el origen y final de las etapas desde Astorga.
Me levanto sobre las 7.30. Rutinas, desayuno y preparar la bici. El cuerpo me avisa de que hoy será duro... independientemente del trazado que me encuentre. No estoy muy fino. Además, está lloviendo. A ratos llovizna y a ratos chaparrón... ya me estoy imaginando los caminos llenos de barro.
Salgo sin prisas, intentando disfrutar del Camino, ser amable con los peregrinos de a pié, resguardándome dónde puedo cuando la lluvia arrecia... total, no tengo ninguna prisa. Arzua la recorrí totalmente en 2010. No tengo intención de volver a hacerlo.
Hasta Palas de Rei se suceden las aldeas, algunas de no más de una docena de casas. Alterno asfalto con pistas espectaculares. Lástima de la lluvia, es una etapa preciosa. Me encuentro a las dos coreanas de ayer. Me paro un momento para saludarlas y desearles buen camino...
Algunos tramos de subida duros, más aldeas, más bosques encantados, algunos tramos de puro barro que supero con muchísimo cuidado para no caerme y para ensuciarme lo justo, y en 15 km. entro en Melide.
Demasiado pronto para el pulpo (son apenas las 11 de la mañana), pero paro a merendar. Le pido al chaval de la barra si me deja enchufar la batería (no quiero que me vuelva a pasar lo de ayer) y me dice que sin ningún problema. Menos mal que no todo el mundo es como los de Gonzar.
Me siento en la terraza y veo pasar bajo la lluvia a la interminable fila de peregrinos. Tras un pincho de tortilla y una cola, un café con hielo y media hora de carga, salgo para Arzua. Llueve. El terreno se está embarrando.
Me salgo a la carretera y tiro por asfalto hasta Arzua los últimos 8 km. Lo siento por los bosques que me he perdido, pero el barro es mi peor fobia desde lo del Monte del Perdón del 2010.
Llego a Arzua y deja de llover. Empapado atravieso toda la localidad (que es larga de por sí), ya que el Hostal Mesón Do Peregrino está casi al final. Llego sin más dificultad que con una raya de batería.
A pesar de haberme dicho cuando contacté por teléfono y reservé que tenían sitio para la bici, solo tienen un pequeño cuartito que usan como almacén del bar-restaurante, en el que a duras pena entra una bici y eso que han sacado varias cajas para hacer sitio. Además, la habitación está en el 5º, si ...QUINTO.. piso SIN ASCENSOR. Sube las alforjas, batería, bolsa manillar... como para hacer varios viajes estaba yo.
Muy descontento. No volveré ni lo recomendaré jamás. Bajo a comer algo y vuelvo a subir a ducharme y descansar. Aprovecho para poner en orden mis notas, arreglar las alforjas, limpiarlas de barro, y poco más. Mañana llegaré a Santiago si todo va bien. Vuelvo a bajar (y a subir) para cenar. Sigue lloviendo. Ni pasear apetece.
Una buena noticia...
El cuenta kilómetros de la E-bike marca:
- Distancia recorrida: 42.6 km.
- Tiempo en movimiento: 3 h. 16'.
- Velocidad Media: 13.0 km/h.
- Batería de la e-bike: poco antes de Arzua ha marcado 3 rayas y he llegado con 1 raya al Hostal. Como siempre nivel 1 de asistencia. Los datos del tiempo y la velocidad media son inexactos por la cantidad de veces que bajas de la bici y vas empujando con el cuentakilometros apagado.
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