Empezamos la singladura.... buscando nuestra personal ITACA... esperando un Camino lleno de aventuras, lleno de conocimientos.... Algun@s mariner@s me han acompañado en anteriores e inolvidables travesías... pero esta vez navegaré en solitario... experimentado lo que significa el viaje hacia ITACA ...

miércoles, 23 de julio de 2014

ETAPA 1: SALAMANCA - ZAMORA

Día 01/06/2014 Domingo.

Entre una cosa y otra casi no puedo dormir. A pesar de ello aguanto hasta las 7 en la cama y, tras las rutinas de rigor, bajo a desayunar. No hay nadie. Es domingo y el desayuno hasta las 8 no se sirve. El dueño del hotel nada más llegar (7.45) me abre el comedor y me prepara el desayuno. Café con leche, zumo, tostadas con ACEITE. Con la normativa de las monodosis de aceite y mis manazas me tiro por encima de mi flamante indumentaria todo un botecito de aceite. No podíamos empezar mejor el Camino...

El dueño del hotel se desvive. Me lava y seca la sudadera (era la única que llevaba por si hacía frío) en 45 minutos. Mientras, aprovecho para preparar la bici. Complicado.... montar todo (alforjas, cámara, teléfono-gps, bolsa manillar, candados, botella de agua y la batería) me lleva casi 15 minutos. Lo más complicado las alforjas, a las que he tenido que hacer un "invento" para que se sujeten al transportín, ya que con la batería incorporada al mismo, quedaban sueltas en su parte inferior. Además, son las Massi Triple Técnica y las dos laterales están unidas entre sí, lo que dificulta su colocación.

Me encuentro con el grupo de ciclistas que tenían sus "máquinas" en el garaje. Están haciendo la Vía de la Plata al revés, desde Asturias a Sevilla, pero con una furgoneta enorme como coche de apoyo, por lo que nada tiene que ver con lo que empiezo yo hoy.

Por fin, a las 9.30 estoy listo para salir. Luce un sol luminoso (menos mal, espero que las pistas estén secas) pero para mí hace frío. En Junio y debemos estar a 9º - 10 ºC, que para un indígena isleño mediterráneo como yo, es un frío que pela.

Conociéndome la ciudad, no tengo ninguna dificultad en llegar a la carretera de Zamora. La e-bike está muy pesada y tengo que acostumbrarme a manejarla, cuesta un poco hacerse con ella, pero a los pocos kilómetros ya se normaliza la conducción. Tengo previsto, solo utilizar el nivel 1 de asistencia al pedaleo y desconectarlo en todos los tramos llanos o con pendiente suave ascendente. 

Enfilo la salida de Salamanca atravesando el polígono y las rotondas hasta encontrar el desvío a la izquierda que te aparta de la carretera (la N-630) y te mete en una pista de tierra. Atravieso Aldeaseca de Almuña, Arroyo de la Encina, Castellanos de Viliquera y llego a Calzada de Valdunciel. La señalización en todo este trayecto es escasa. No hay problema por las pistas, pero al atravesar los pueblos tienes que ir muy atento buscando las flechas amarillas.


El firme de las pistas por ahora ha sido por lo general bueno. La e-bike se comporta bien. Solo en algunos tramos en los que el firme del camino se vuelve muy arenoso o muy pedregoso hay que ir con mucho cuidado. Es más el problema del peso total (casi 150 kg) que el hecho de ser una e-bike. 

A un par de kilometros se deja el camino y tomamos la N-630. que seguiremos un buen tramo hasta pasar una báscula. Otro trozo de pistas y llegamos a la cárcel de Topas.



A partir de aquí, con las obras de la autopista, entro en una zona caótica. Por pistas paralelas a la N-630, que de repente se ven cortadas por el trazado de la autopista y te obliga a dar un largo rodeo, el firme en algunos tramos es muy pedregoso que hace casi imposible circular con la e-bike y me voy al suelo por primera vez (realmente se va al suelo la e-bike y yo, gracias a la escasa velocidad, me salvo de la caída). De esta manera llego a un punto en el que la pista me devuelve a la N-630, pero a través de un paso que obliga a echar pie a tierra y tirar de la bici, ya que hay que atravesar una cuneta muy pronunciada.

Primera dificultad complicada con los 50 kg. de la e-bike. Me planteé desmontar las alforjas y hacerlo en dos fases, pero no quería perder tanto tiempo. Veo que se acercan 2 bicigrinos (son los primeros que veo desde Salamanca) y espero que lleguen a mi altura y así que me echen una mano. Sorpresa... llegan, les doy los buenos días, ni saludan y pasan de largo.... no me da tiempo ni a pedir ayuda. Vaya espíritu del Camino...

A duras penas consigo atravesar la cuneta e incorporarme a la N-630. Me pongo el chaleco reflectante 30 segundos antes de que aparezca una patrulla de la Guardia Civil. De todas maneras, no es por ellos, es por la seguridad. Siempre lo uso. Me paro en el primer bar de carretera que encuentro. Allí coincido con Javier, un ciclista de Bilbao, que está haciendo la ruta de la Plata hasta Oviedo, pero siempre por carretera. No quiere saber nada de Camino de Santiago... nos tomamos unas cañas y nos contamos algunas experiencias. Se sorprende al ver la e-bike. Es mi primer contacto en este Camino.

Otra vez a pedalear, pistas, asfalto, obras... hasta llegar a El Cubo de la Tierra del Vino. En este tramo me encuentro con los primeros peregrinos a pie y me paro a hablar con ellos... dos alemanes que a duras penas dicen eso de "buen camino" y dos españoles que, aunque van juntos, caminan con 500 metros de distancia entre ellos (para no discutir... me dice el hombre). Ella es gallega, operada del corazón hace un año. El es catalán. Buen Camino...



 




En El Cubo de la Tierra del Vino paro a comer algo en un bar al que nunca volveré:



Mal servicio, mala educación, raciones escasas y precios abusivos. No hay que decir nada más. Dejo la foto por si alguien quiere tomar nota. Lo único bueno es que me encuentro con un matrimonio francés, bicigrinos en dirección a Santiago. Se quedan a dormir aquí porque el marido no se encuentra muy bien. Hablamos un rato y nos deseamos "Buen Camino"... No volvimos a coincidir.

Dejando atrás El Cubo de la Tierra del Vino cambia ligeramente el paisaje, abandonas definitivamente el asfalto y circulas por caminos de tierra. Solo encuentro un peregrino a pie en toda esta parte de la etapa. Es inglés, rojo como un tomate. La señalización es escasa, pero suficiente, y van alternando diversos sistemas.






Solo un pueblo hasta Zamora, Villanueva de Campean. El paisaje va cambiando casi de forma imperceptible. Las pistas se hacen cada vez más arenosas, con un firme totalmente irregular, en algunos tramos con unos surcos que lo hacen totalmente inciclable, al menos para mi e-bike. Toca bajarse y empujar.



También van apareciendo unas plantas con púas que amenazan las cubiertas. A pocos kilómetros de Zamora invaden todo el Camino, como también lo invaden multitud de lagartijas preciosas.



Poco antes de Zamora se encuentra la confluencia de las tres rutas jacobeas, (Via de la Plata, Vía Mirandesa y Vía de la Dalmacia) que se ha inmortalizado con el Monumento de los Monolitos de la Paz.




Poco después ya vislumbramos Zamora, y se inicia un suave descenso atravesando una zona industrial hasta llegar a las orillas del río Duero.



Atravieso feliz el puente romano cuando a mitad del mismo...pfff, un pinchazo en la rueda delantera. Está totalmente vacía. Más que un pinchazo ha sido una rotura total. Busco algún pincho y no veo nada. Llevo cámaras Slime antipinchazo con líquido y cubiertas antipinchazo del máximo nivel de protección.... ¿cómo no iba a tener un pinchazo el primer día?.

Podía haber sido peor. Miro en el GPS dónde está el Hotel Trefacio y está a menos de 500 m. Decido no ponerme a arreglar el pinchazo en medio del puente romano y a empujar la bici hasta el hotel. Lo que no me decía el GPS (google maps) es que todo es cuesta arriba, y algunas cuestas muy, muy, pero que muy pronunciadas.

Llego al hotel agotado por la caminata, no por la etapa. Me dan una habitación en el primer piso y otra habitación contigua a la mía para que guarde la bici. Increíble. La única pega es que no cabe en el ascensor. Tengo que hacer dos viajes (bici por un lado y equipaje por otro) hasta las habitaciones, pero tengo un taller exclusivo.

Desmonto la cámara y tiene un corte lateral de 1 cm. aproximadamente. Reviso la cubierta y está intacta. No entiendo nada. Ningún pincho, ningún corte, nada.
Intento montar una nueva cámara y mis "desmontables" de plástico se doblan antes de conseguirlo. Tras casi una hora de intentarlo desisto. Bajo al bar, me tomo una jarra de cerveza y pregunto por una taller de bicis. Me dicen que hay uno cerca del hotel que... evidentemente... no abre los domingos. Mañana será otro día. Me ducho, lavo y aseo. Lavo la ropa y me voy a recorrer los monumentos del centro de Zamora. Cena en la Plaza Mayor y a dormir.









El cuenta kilómetros de la E-bike marca:
  • Distancia recorrida: 65.8 km.
  • Tiempo en movimiento: 4h. 45'. 
  • Velocidad Media: 13.8 km/h.
  • Batería de la e-bike: a los 64 km bajo una raya de las 4 que tiene. Todo el camino con asistencia nivel 1, desconectando en llano, bajadas y subidas llevaderas (pocas). La etapa no tiene subidas demasiado pronunciadas, pero es un constante sube y baja, muy moderado, eso sí. Sin ninguna dificultad para superarlo la e-bike.
La batería del móvil se acabó poco antes de llegar a Zamora. Tuve que conectarlo a la batería de la e-bike los últimos 20 minutos de etapa.

1 comentario:

  1. Estimado Emer2001 me ha encantado tu relato. Me parece magnifico y muy instructivo. Espero con impaciencia el siguiente.
    Yo también pienso hacer el camino cuando electrifique mi bici.
    Un saludo afectuoso.
    Colibri.

    P.D. Tambien soy forero.

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